Una de las simplificaciones que a veces aparecen en los medios de una alternativa que desea evitar ser catalogada de ‘fascista’ es considerar que el nacionalsocialismo se basa en la raza, es solo racismo físico, un materialismo moderno, como lo llaman, y con esa excusa pueden condenarlo y reclamar una nueva idea ‘tradicional’ antimaterialista.
Esa nueva vía, que no es nueva en absoluto, se basaría en las ideas de Comunidad-Identidad y en la Comunidad-Histórica, como si fueran la forma de evitar la Comunidad-Étnica.
Es evidente que nuestra Cosmovisión se basa en lograr una Comunidad, un socialismo comunitario, que no significa igualitario sino estar al servicio de la Comunidad. Y que esa Comunidad tiene unos valores basados en su Identidad, en su forma de ser y entender el mundo, que a su vez viene también adaptada por una Historia común de esa Comunidad, que la ha ido modelando dentro de esa identidad esencial básica.
Pero si hablamos de Identidad estamos hablando de una cierta base étnica, y curiosamente no lo niegan ni esos ‘antinazis’ identitarios, pues si una población se compone de un 30% de africanos, 30% de asiáticos, 30% de arios y un 10% de aborígenes australianos, ya comprenden que aquello no es una Comunidad ni una Identidad, sino cuatro.
Una población no es una Comunidad, ni un pasaporte es una Identidad.
Si el nacionalsocialismo da una gran importancia al tema étnico no es solo por un motivo biológico, sino por las repercusiones que tiene esa base genética en la Identidad y en la posible formación de una Comunidad estable, con unos Valores similares.
Si la base étnica no influyera en las características artísticas, culturales, valores y cosmología, sino solo en el color de la piel y temas similares, no tendría sentido esa importancia étnica.
El llamado ‘racismo’, para el NS, no es ni supremacismo ni xenofobia, es solo constatar la importancia étnica en estratos superiores del hombre, y apoyar la diversidad de Identidades como una riqueza de la Naturaleza.
Tampoco somos ‘unidireccionales’ y menos ‘deterministas’. Una base étnica similar ni implica de forma unidireccional que todos sus componentes serán o tendrán una misma mentalidad, ni que su comunidad no pueda ser deformada por agentes externos o históricos. Pero sin esa base étnica no se puede reconstruir o mantener la Identidad de una Comunidad y su cosmología.
El Estado es un mero instrumento de poder, y puede ser o no acorde a la Comunidad, o ser una imposición y representar solo un dominio sobre ella. Por supuesto una Comunidad sana tiene la tendencia a generar un Estado propio acorde a su Identidad, pero ese Estado, como ‘poder’, no es la Comunidad sino su instrumento para gobernarse en bien de ella.
Por eso, un Estado puede necesitar para sobrevivir alianzas con otros y formar un poder intra Comunidades, siempre que ese Estado no destruya cada Comunidad sino que solo las defienda más eficazmente.
En resumen, el nacionalsocialismo no es racista por meros motivos biológicos, sino por las implicaciones que esa bilogía tiene en los factores de Identidad y los Valores de la Comunidad.
Ignorar las bases biológicas es un error tan evidente como creer que todo grupo biológicamente similar no puede ser dominado por poderes externos o factores históricos.
La historia no es un factor natural, sino producto de poderes y acciones humanas. No crea Identidades pero puede destruirlas y puede modificar las existentes, ya sea cambiando las bases biológicas por mestizaje o invasión, como por medio de una dictadura mental.
Pero un proceso histórico común también puede, sin duda, unificar y consolidar una Comunidad identitaria.
No vamos a negar que algunos elementos del nacionalsocialismo cayeran en el error supremacista o en un materialismo racial de cráneos y medidas, como los hay que son xenófobos, creyendo que todo elemento de otra raza es un enemigo. Pero de absurdos y vulgaridades están llenas todas las ideologías, siempre hay quienes no comprenden el fondo y se quedan en tonterías superficiales.
Así pues dejemos claro que esa tendencia a ‘declararse antifascista y antinazi’ para así no tener problemas legales, ni una mala consideración, es mero miedo, mera cobardía, pues ni evitarán ser considerados ‘fascistas’ ni sus excusas sobre el ‘racismo puramente biológico’ tienen base alguna.
Seamos serios, actualmente solo hay dos ‘formas políticas’: las del Sistema (un mestizaje entre capitalismo y progresismo bajo la careta democrática) y las de los que proponen una Alternativa radical y absoluta de Valores, y esos están todos bajo las formas esenciales del ‘fascismo’ genérico (no como algo italiano sino como alternativa genérica) y dentro de ella el nacionalsocialismo es, sin duda, la Cosmología más radical, el demonio del Sistema. Estamos orgullosos de ello.
Los que se ocultan con máscaras de antifascismo y temen recordar a los mártires del pasado, no solo son cobardes sino que carecen de Honor.
“Puede que no cambiemos el mundo, pero que el mundo no nos cambie a nosotros”.