Publicado originalmente en Omaimon Paradosis.
En los últimos años, sigo leyendo aquí y allá en algunos sitios llamados “nacionalistas” (o peor aún, algunos de ellos incluso se atreven a llamarse “nacionalsocialistas”) varios comentarios/artículos/opiniones contra el “Culto al Líder” y sobre cómo “nosotros” debemos crear grupos autónomos (otra tendencia moderna) en los que se tomen las decisiones todos juntos. Ese es sin duda un ejemplo clásico de cómo la influencia venenosa de la democracia y su mentalidad de rebaño y naturaleza bolchevique ha penetrado incluso entre “nuestros” (definitivamente NO LOS MÍOS) camaradas. Estos idiotas olvidan lo más básico de todo, que un nacionalsocialista es ante todo un guardián y devoto del ORDEN Y LA JERARQUÍA, ya que ambos tienen sus raíces en las tradiciones más antiguas y auténticas de la raza europea.
Los orígenes
Tomando todo esto en consideración, veamos los orígenes del Principio del Jefe. A menudo oiremos en los medios de comunicación (como es lógico, dado que son agentes al servicio del enemigo de la raza europea) lo malo que es el Führerprinzip y cómo fue inventado por Adolf Hitler. Así, probablemente escuchemos a otras personas (que la mayoría de las veces son degenerados sin educación) reproducir tales teorías en sus páginas, blogs, etc. No he visto hasta ahora a ninguna de ellas hacer una búsqueda y análisis profundos sobre este asunto y cómo se originó. Si lo hubieran hecho, entonces descubrirían que el Principio del Jefe se remonta a los tiempos de las epopeyas homéricas. Entonces, Adolf Hitler y el gobierno alemán del NSDAP estaban continuando legítimamente la línea de nuestras costumbres raciales.
Siendo más específicos, en ‘La Ilíada’, en el canto II, versos 204-205, encontramos a Odiseo pronunciando estas palabras:
“No es bueno el caudillaje de muchos; sea uno solo el caudillo, uno solo el rey, a quien ha otorgado el taimado hijo de Crono el cetro y las leyes, para decidir con ellos en el consejo”
Y esa es probablemente la referencia más antigua (que yo sepa) al Principio del Jefe y sus sagrados orígenes.