Entrevista: Eduardo Núñez (Asociación Cultural Amigos de Léon Degrelle)

Bienvenido, Eduardo. Vayamos directamente al grano, ¿por qué una asociación con el nombre de Léon Degrelle? ¿Cuál es el motivo?

La Asociación Cultural Amigos de Léon Degrelle fue creada por José Luis Jerez Riesco para no olvidar a alguien que vivió un largo exilio en España desde 1945 hasta su fallecimiento en 1994 y que, por tanto, forma parte de nuestro patrimonio histórico, ideológico y cultural, ya que Léon Degrelle por un lado estuvo muy unido a España por ese motivo de vivir su exilio aquí, y por el hecho de ser un ejemplo de muchas cosas que merecen ser mantenidas en medio de un mundo en ruinas: coherencia, honestidad, fidelidad, lealtad, idealismo, ética y estilo. Todos los valores que hoy vemos flaquear por todas partes.

Háblanos un poco de los orígenes de la asociación, su historia y las actividades que lleva a cabo.

Como te decía, la ACALD la creó José Luis Jerez con esa intención, para lo que desde hace muchos años se convocan dos encuentros al año en Madrid, uno es la cena de Navidad en diciembre y el otro es a mediados de junio para conmemorar el nacimiento de Léon Degrelle, que fue el 15 de junio de 1906. En ambos encuentros se informa de novedades editoriales y actividades de interés y se entrega la insignia de la asociación, cuyo diseño y logotipo elaboró el propio Léon Degrelle, a una persona que sea merecedora de esa distinción en función de su trayectoria vital, para lo que se exige años de lucha, coherencia ideológica con lo que representa Degrelle y, principalmente, una ética y estilo personal.
La asociación se creó tras la muerte de Léon Degrelle (31-03-1994), al año siguiente, en 1995. Los miembros fundadores y sus respectivas competencias fueron sugeridas por su viuda, Juana Brevet, según los deseos y criterios que le fueron manifestados por el propio Léon Degrelle antes de su fallecimiento, como una voluntad de perpetuar su memoria y los valores que él había defendido a lo largo de toda su vida, quien le había sugerido los nombres y responsabilidades de quienes deberían llevar a cabo tal cometido. La presidenta de honor de la asociación fue la propia Juana Brevet. Para ser presidente de la asociación, Léon Degrelle había designado a José Luis Jerez, y para vicepresidente pensó en Pedro Varela, con quien tuvo mucha relación. Como tesorero, a Bernardo Gil Mugarza. Estas personas y sus respectivos cargos obedecían a la voluntad de Léon Degrelle. En un primer momento editó un boletín llamado «Rex», del que salieron unos siete ejemplares. En dos ocasiones ha tenido página web, que se perdieron, y un perfil en Facebook que llegó a tener más de cuatro mil seguidores en todo el mundo, que Facebook eliminó como censura sin más explicaciones.
Las actividades son las propias de una asociación cultural: actividades culturales, charlas, conferencias en colaboración con otras asociaciones, edición de libros, puesto que aún quedan libros de Léon Degrelle pendientes de traducir al español, algunos de los cuales ya hemos traducido del francés al español y editado en colaboración con Ediciones Esparta, información de presentaciones de libros de interés, colaboración con el Cercle des Amis de Léon Degrelle, que es la asociación francesa, etc.

¿Qué habría que decirles a quienes piensan que hacer política y preocuparse de los problemas de hoy en día es incompatible con honrar a los grandes héroes de nuestro pasado y que esa «carga histórica» es solo un lastre?

Pues a los defensores de la llamada «autonomía histórica» les daría la razón solo a medias, puesto que no se puede hacer política real en el siglo XXI desde la nostalgia y la añoranza de un pasado que nunca más volverá. Ahora bien, ninguna idea nace de la nada, de un laboratorio aséptico y al margen de coordenadas espacio-temporales. Todo lo que existe tiene un origen que necesariamente procede del pasado, unos referentes ideológicos que dejaron su ejemplo para las futuras generaciones. Es un deber honrar esos ejemplos porque en buena parte siguen siendo válidos hoy. Pocos saben, por ejemplo, que el movimiento rexista que dirigió Léon Degrelle en Bélgica apoyó una huelga de mineros en mayo de 1936 que los socialistas en el gobierno calificaron de «huelga salvaje», o que el Rex tenía sus sindicatos porque tenía una sincera preocupación por los problemas sociales de las masas obreras que no tenían los liberales, ni siquiera los socialistas. ¿Esa carga histórica es un lastre o por el contrario sigue siendo hoy un ejemplo de una actitud a tomar frente a las fuerzas políticas burguesas y reaccionarias?

La figura de Degrelle es, por méritos propios, muy conocida en Europa. ¿Existen otras asociaciones de amigos de Léon Degrelle en otros países?

Sí, en Francia, concretamente en Dijon, existe el Cercle des Amis de Léon Degrelle que dirige Christophe Georgy y edita un boletín magnifico y libros en colaboración con la Boutique Nationaliste y Edicions Lohengrin. Lamentablemente, en la Bélgica natal de Léon Degrelle el rexismo no tuvo ninguna continuidad. Hay otras asociaciones culturales en otros países, como Italia, que han editado libros muy interesantes relacionados con la temática degrelliana.

A finales de 2018, editasteis por primera vez en castellano el libro de Léon Degrelle «Revolución de las Almas», ¿qué pueden encontrar en él los lectores? ¿Quedan más obras de Léon Degrelle pendientes de traducir al castellano?

Este libro era uno de los que faltaban por traducir del francés al español y de editar en España. Y es un libro esencial para cualquiera que se considere degrelliano porque es el precursor del posterior «Almas Ardiendo», más conocido. «Revolución de las Almas» fue editado en Bélgica y en Francia en 1938, pero nunca en España. Es la esencia del pensamiento degralliano porque no es un libro político sino de ética, de moral, de valores. Los lectores podrán encontrar en él nada menos que el mensaje espiritual de Degrelle, su dimensión menos conocida y al mismo tiempo la más importante. Efectivamente quedan más libros y textos de Léon Degrelle pendientes de traducir y editar en España, uno de ellos, que es de sus últimos textos, es «Tintin, Mon Copain», por ejemplo.

¿Pudiste conocer a Léon Degrelle en persona? ¿Qué puedes contar sobre su carácter y su personalidad? ¿Qué es lo que más destacaba de él?

Si, tuve la gran suerte de conocer a Léon Degrelle en persona en varias ocasiones. De su carácter y personalidad yo destacaría su sencillez, su austeridad, su vitalismo, su fuerza espiritual, su idealismo, y su disposición a entregarse a los demás. Los rasgos propios de un gran líder junto a una oratoria prodigiosa. De él destacaba la fuerza que irradiaba y contagiaba. Era un líder carismático, lo fue desde muy joven, y no perdió un ápice de su carisma a sus 80 años de edad.

Su vasta creación literaria abarca desde temas bélicos («La Campaña de Rusia») hasta cuestiones espirituales («Mi Camino de Santiago») pasando, obviamente, por sus recuerdos de Hitler y el III Reich. ¿Por cuál de los libros de Léon Degrelle tienes un apego especial?

Yo me quedo con «Almas Ardiendo» y «Revolución de las Almas», sin duda. Quien no los haya leído y asumido, sencillamente no puede llamarse degrelliano. Ahí está la esencia de su pensamiento.

¿Cómo fue el largo exilio de Degrelle en España? ¿Pudo disfrutar de una vida tranquila o tuvo que afrontar ataques y represión por sus ideas?

Para conocerlo es obligado leer el libro «Degrelle en el Exilio», de José Luis Jerez Riesco. Este libro trata justamente de ese largo periodo de sus años de exilio en España, los cuales, especialmente los primeros, fueron muy duros, por razones evidentes. Es una etapa apasionante y con infinidad de anécdotas muy interesantes. Léon Degrelle era consciente de que se jugaba la extradición que pedía el Estado belga, que le esperaba una condena de muerte, o los varios intentos desmantelados en España de secuestro por parte de comandos sionistas, y a pesar de ello siguió escribiendo, publicando y hasta dando mitines con más de 80 años en España para organizaciones NS como lo fue principalmente CEDADE, de la que fue un asiduo colaborador. Recomiendo leer el mencionado libro de José Luis Jerez para conocer todo esto con detalle.

Sin duda, una de las facetas más importantes en la lucha de Léon Degrelle es su europeísmo radical, que promovió hasta el final de su vida. En vista de que ciertas organizaciones políticas siguen ancladas en un patriotismo chovinista que solo sirve para perpetuar viejos conflictos entre pueblos hermanos, ¿crees que, por desgracia, aún nos queda mucho por aprender de Léon Degrelle en este aspecto?

Sin la menor duda. Ese es precisamente uno de los valores más importantes aún hoy de Léon Degrelle, el de su europeísmo sincero, del que estuvo siempre convencido desde el principio, siendo uno de sus mayores defensores en las Waffen-SS y en el nacionalsocialismo frente al pangermanismo de otros. Por ese mismo motivo, Léon Degrelle congenió perfectamente con CEDADE. Degrelle ya defendió esa idea de una Europa unida sobre la base de sus pueblos desde 1941, y en sus artículos publicados en francés en el frente durante la guerra en revistas como «Joven Europa», por ejemplo, llegando a ser entonces el gran líder de la Europa francófona. Por eso mismo que dices, Léon Degrelle no es un lastre histórico sino que sigue siendo un ejemplo a seguir hoy, que va a la par de las patrias carnales que él defendía.

Su vida y su obra también están marcadas por la idea de la elevación espiritual y la defensa de los valores clásicos europeos, tales como la lealtad, el honor y la verdad. ¿No crees que esto es algo que prácticamente ha desaparecido hoy en día? ¿Deberían los actuales grupos identitarios preocuparse menos de los votos o de crecer en número y ofrecer a sus militantes una formación espiritual más completa?

Totalmente, y este es otro motivo por el que el mensaje degrelliano sigue siendo necesario hoy. Coincido totalmente en lo que dices porque es un deber por encima de electoralismos. La política es estrategia, pero los valores, los principios fundamentales, las ideas, son ética y están por encima de tácticas y de estrategias. Precisamente el electoralismo hace que todo eso, que es esencial, se aparque como un lastre molesto sacrificando ideas a cambio de un puñado de votos, pero ese camino lleva al Sistema. Al no dar importancia a esa formación integral se termina asumiendo las ideas y los antivalores del Sistema, y se acaba en Jerusalén con una kipá rindiendo pleitesía a los amos del mundo.

Aunque él siguió en la lucha hasta el último día, Léon Degrelle depositaba sus esperanzas en la juventud europea, aquella que debe mantener viva la llama de nuestro ideal. ¿Es importante enfocar parte de nuestros esfuerzos en garantizar el relevo generacional en nuestros movimientos?

Absolutamente esencial. La falta de un relevo generacional es la antesala de la extinción. Léon Degrelle esto lo tenía muy claro, y por eso uno de sus últimos escritos se titula «Llamamiento a los Jóvenes Europeos», que escribió dos años antes de su fallecimiento. Este libro lo hemos traducido y editado también recientemente, y en él nos deja Degrelle algunas ideas y pautas claras e interesantes. Por eso recomiendo que se lea este pequeño librito de Degrelle, especialmente a los jóvenes, a quienes va dirigido. La falta de una formación integral (política, ideológica y espiritual) de los jóvenes supone que estos opten por otras falsas alternativas populistas y demagógicas electoralistas. Esto lo estamos ahora viendo claramente en España.

¿Qué libros de o sobre Léon Degrelle serían los primeros que recomendarías a aquellos jóvenes militantes que quieran conocer al héroe valón?

El primero y más importante, sin duda, «Almas Ardiendo», esencial para empaparse del pensamiento degrelliano. Hay muchos más, todos ellos interesantes. Pero les recomendaría leer «Llamamiento a los Jóvenes Europeos» porque va dirigido a ellos.

Eso es todo, Eduardo. Muchas gracias por tu tiempo. Las últimas palabras son tuyas.

Gracias a ti. Creo que hacéis una gran labor, muy necesaria y os agradezco la oportunidad de dar a conocer el mensaje degrelliano que sigue siendo hoy vigente, en el año en que conmemoramos el 25 aniversario de su muerte. Me gustaría terminar con dos máximas de Leon Degrelle: «Quien no se expone, no se impone». «Si los buenos no combaten, ganarán los malvados». Para mantener ambas actitudes Léon Degrelle nos dio una recomendación muy sencilla: «Sed fuertes». Que así sea.

Un comentario en «Entrevista: Eduardo Núñez (Asociación Cultural Amigos de Léon Degrelle)»

  1. Enhorabuena por esta gran entrevista cuya lectura será como una llamada para las nuevas generaciones
    Gracias Eduardo

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